Países sin desarrollo tecnológico pueden convertirse en colonias de datos: Yuval Harari

Edición Fin de Semana

El historiador y filósofo israelí afirmó que las naciones que desarrollen la inteligencia artificial dominarán la economía a escala global y advirtió sobre una nueva guerra fría pero digital.

Yuval Noah Harari, historiador y filósofo israelí. ESPECIAL
Sebastián Díaz Mora
Ciudad de México /

La economía digital representa una seria amenaza para países como México (en donde no hay desarrollo de tecnologías de la información), debido a que existe el riesgo de que se conviertan en “colonias de datos” de los futuros “imperios” de la Inteligencia Artificial (IA), aseguró el historiador y filósofo israelí Yuval Noah Harari.

En el foro virtual “¿Qué futuro estamos esperando?”, organizado por Sura Asset Management, Noah Harari advirtió que es latente el riesgo de que todo el poder y las ganancias de la economía digital se concentren en un grupo reducido de países.

Naciones como China y Estados Unidos, que son las que albergan a las grandes empresas de tecnología —Facebook, ahora denominada Meta, Amazon, Alphabet, Alibaba y Tencent—, serán los poderes dominantes, afirmó el autor de Sapiens (2011).

“Unas cuantas compañías y gobiernos que están cultivando los datos del mundo, pueden transformar al resto del mundo en colonias de datos”, recalcó Harari.

Recordó que en los siglos XIX y XX, las colonias únicamente proveían materias primas a potencias como Gran Bretaña y Estados Unidos, mientras que la riqueza que se generaba gracias a tecnologías producidas con esos insumos se quedaban en los países industrializados.

Es muy probable, dijo, que esto vuelva a ocurrir en la economía digital, solo que en el siglo XXI los insumos que los países colonizados exportarán hacia los imperios serán datos, pues éstos son “la materia prima para la industria de la IA”.

Un país de América Latina como Bolivia, ejemplificó, en el que se usan plataformas tecnológicas chinas y estadounidenses, se convertirá en un proveedor de datos para los gobiernos y las compañías tecnológicas de esos países.

De esta forma, abundó, el país latinoamericano alimentará el desarrollo de la IA en esas naciones, pero las ganancias y el poder generados gracias a los datos no serán redistribuidos de regreso hacia Bolivia.

“Datos de Bolivia pueden enriquecer una corporación china, mientras Bolivia se quedará pobre”, sentenció.

Sin embargo, enfatizó que este escenario solo es una posibilidad más no una profecía e incluso esbozó la que puede ser una posible solución.

Sugirió que desde ahora países en América Latina y otras partes del mundo le hagan frente a las grandes firmas tecnológicas, así como a las naciones que las albergan para evitar la concentración del desarrollo.

Pese a que no explicó a detalle qué tipo de acciones pueden tomar, subrayó que cualquier esfuerzo que estos países realicen en este sentido, deberán hacerlo en equipo, pues por sí solos no tienen la capacidad de hacerle frente a una empresa del tamaño de Facebook o a un gobierno como el de China.

“Si muchos de estos países actúan en bloque, tienen una oportunidad de hacerse de un futuro diferente para ellos mismos y para la región”, afirmó el autor de Homo Deus (2015).

Una guerra digital global

Noah Harari puntualizó que estamos al borde de lo que llamó “una guerra digital global”, en las que hay dos bandos en contienda: por un lado, una alianza de Estados Unidos y los gigantes tecnológicos estadunidenses como Google, Facebook, Amazon y Microsoft, y en el otro lado están China y las compañías como Baidu, Alibaba y Wally.

“Esta lucha titánica está dividiendo cada vez más el mundo. En la Guerra Fría, en el siglo XX, sostuvimos una cortina de acero (...) Ahora somos testigos de una cortina de silicón que está dividiendo al mundo y está fabricada por códigos”, finalizó.

Los insumos que los países colonizados exportarán hacia los imperios serán datos, afirma Noah Harar.

MRA

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