Por: Miguel A. González Block
Ilustración: Izak Peón, cortesía de Nexos
Con la integración de los servicios estatales de salud a IMSS-Bienestar, el IMSS será responsable —bajo diferentes esquemas administrativos— por tres grupos de población: aquella adscrita a los regímenes ordinario, voluntario y especiales; la población marginada adscrita a IMSS-Bienestar; y la población excluida del IMSS, fundamentalmente de carácter urbano. Cada esquema y subesquema opera con reglas y fuentes financieras diversas, así como por personal de salud con diferentes bases salariales y prestaciones laborales. Por más que se proponga integrar los servicios estatales a IMSS-Bienestar, es muy probable que tanto su financiamiento como sus recursos humanos queden separados, conduciendo a tensiones entre los esquemas de prestaciones y estructuras de servicios. Dadas las importantes diferencias en el gasto per cápita que realizan IMSS-Bienestar y los servicios estatales, será cuestión de ver si se emparejan al alza o a la baja.