Por: Philip G. Altbach y Jamil Salmi
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
En América Latina, las universidades públicas que siguieron el modelo derivado de la Reforma de Córdoba dominaron la concepción académica de la región y continúan siendo instituciones insignes que han registrado, de hecho, pocos cambios en términos de sus principios. Aun después de la masificación de las universidades, del crecimiento del sector privado —en varios países de América Latina, más de la mitad de la matrícula está inscrita en el sector privado— y de la considerable diversificación del sistema, las universidades con la herencia del movimiento de Córdoba siguen manteniéndose con un nivel elevado (“de oro”). Algunas de estas instituciones se han convertido en mega universidades y varias son las productoras de la investigación más importantes de sus países. Este es el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tiene cerca de 350 mil estudiantes (contando el estudiantado de bachillerato) o la Universidad de Buenos Aires, que cuenta con cerca de 309 mil estudiantes matriculados.