Por Pedro Flores-Crespo
Ilustración: Belén García Monroy
Someter el desempeño gubernamental al escrutinio público, recibir todo tipo de cuestionamientos, e imaginar alternativas de política educativa más eficientes son tres prácticas derivadas de la democracia que muy pronto el gobierno de AMLO va a enfrentar. Pero pese a que algunos buscan que al próximo presidente no se le toque ni con el pétalo de una crítica porque aún no empieza funciones, sí es importante empezar a advertir sobre las oportunidades y riesgos del que se ha anunciado como un “proyecto alternativo de nación”, específicamente, en el tema educativo.
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