Por: Jorge Javier Negrete
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
En estos tiempos de movilidad limitada, pero en los que la fragilidad emocional ha incrementado, una aplicación puede ser un valioso aliado en el arduo pero necesario camino al equilibrio y armonía mental. Sin embargo, ningún dispositivo o aplicación, por muy inteligente que sea un chatbot, podrá hacer frente por sí sola a tan abrumador pero estimulante reto. Por otro lado, el esquema bajo el cual se diseña una aplicación, así como su mantenimiento, requiere de un uso recurrente que es casi indistinguible del consumo que se haría indiscriminadamente de otros productos. El vínculo que existe entre salud y comercio evidentemente es parte de un debate más amplio y complejo, pero aquí la cuestión es priorizar y atender la demanda del paciente antes que imponer un estilo de vida y pensamiento que resulte tan costoso e inviable como la idea de llevar un terapeuta en el bolsillo.