Por: German Petersen Cortés
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
Hay quien podría argumentar que, aun cuando los partidos unidos en Va por México pudieran recibir un porcentaje menor de la votación de lo que obtendrían contendiendo por separado, al estar coaligados podrían conseguir un mayor número de curules en la Cámara de Diputados. En ello, podrían beneficiarse sobre todo del principio de mayoría relativa, a partir del cual se elige a 300 de los 500 diputados, y que en ciertos distritos daría el triunfo a la alianza, a partir de la agregación de los porcentajes de sus partidos integrantes. Sin embargo, dicha posibilidad tiene que ver con el resultado electoral, que sólo será evaluable el 6 de junio. Por el momento, sólo es posible evaluar el desempeño de la alianza en términos de la evolución de las preferencias, donde el balance es negativo. Aún peor para su causa, si de algo sirve lo ocurrido en 2017-2018 para entender la situación presente, difícilmente los partidos coaligados se recuperarían de esta afectación temprana.