Bioética con perspectiva de género

Para las feministas, la bioética, tal como otras disciplinas, se ha caracterizado por tener un sesgo androcéntrico.

Bioética con perspectiva de género
Nexos
Ciudad de México /

Por Pauline Capdevielle

Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos

El concepto de androcentrismo busca visibilizar cómo nuestras instituciones y concepciones del mundo tienen un sesgo falsamente universal al haber sido moldeadas a partir de la experiencia y de los intereses masculinos, tomando como modelo de lo humano al varón blanco, de mediana edad, educado, propietario y dueño de sí. Es por esta razón que las feministas hemos sostenido que no basta poner a mujeres en espacios donde no estaban: la falla es estructural y sigue teniendo repercusiones sobre cómo pensamos y vivimos los dilemas bioéticos hoy en día. El androcentrismo, asimismo, cuestiona seriamente la fiabilidad y certeza de nuestros conocimientos. Tan es así que diferentes estudios bioéticos feministas han mostrado cómo las investigaciones biomédicas suelen privilegiar a los hombres como sujetos de estudio cuando se sabe que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres en materia de incidencia de las enfermedades, eficacia de los tratamientos y efectos secundarios. Un buen ejemplo de lo anterior es el de las enfermedades cardiovasculares. Si bien afectan más a las mujeres que a los hombres, han sido tradicionalmente estudiadas a partir de sujetos masculinos, invisibilizando las aristas propiamente femeninas de la problemática y teniendo consecuencias adversas en las prácticas de atención médica.

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