Por: Héctor A. Mendoza C.
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
El ascenso a la fama del Dr. Hwang comenzó en la década de 1990, cuando se convirtió en un líder en el campo de la biotecnología en Corea del Sur. Sus investigaciones se centraron en la clonación de animales; sin embargo, sus aspiraciones pasaron de clonar animales a pretender clonar embriones humanos, argumentando que podrían ser utilizados en terapias regenerativas, o bien, en el tratamiento de enfermedades crónicas. Estas aspiraciones fueron las que lo llevaron a su debacle. En 2004 afirmó haber logrado clonar con éxito células madre a partir de embriones humanos; además, alegó haber obtenido líneas celulares específicas para tratamientos de pacientes individuales, lo que implicaba un gran salto a nivel científico: técnicamente contaba con la tecnología para desarrollar tratamientos personalizados. Estas afirmaciones catapultaron al Dr. Hwang a la fama mundial recibiendo reconocimientos y premios tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, su éxito y reputación duraron relativamente.