Por: Héctor Manuel Gutiérrez Magaña
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La reconfiguración de los clivajes políticos ha puesto como aliados a los que antes eran enemigos: el PRI, el PAN y el PRD formaron una coalición para presentar candidaturas comunes. También ha logrado alinear, al menos discursivamente, a quienes hace tres años se enfrentaron: Morena, el PT, el Panal, y el PVEM. En el escenario local, por primera vez el Panal y el PVEM no sostendrán algún tipo de alianza con el PRI; además, se han convertido en portavoces del proyecto político de López Obrador. A diferencia de otras entidades, en Colima la alianza PAN y PRD es novedosa, aunque como estrategia es demasiado tardía, pues el desempeño electoral de este último partido es prácticamente irrelevante. Lo que aún sorprende a muchas personas es la sumatoria del PRI, pues históricamente ha sido el enemigo a vencer de las militancias blanquiazules. Esta coalición fue estimulada por acuerdos nacionales para hacer frente a todo lo que signifique López Obrador, pero a nivel local fue muy bien recibida por actores locales entusiastas por defender los espacios de poder que, históricamente, comparten mediante la competencia.