Por: Verónica Jaso Martínez
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
Los despliegues policiales basados en incidencias tienen altas probabilidades de no tener los efectos deseados a causa de las posibles inconsistencias de los registros. Para el análisis de incidencia delictiva a nivel municipal y estatal, usualmente se utilizan las llamadas de emergencia. Algunos actores del sistema de justicia podrían estar subestimando cifras de violencia por la falta de homogeneidad de los criterios para clasificar los incidentes y la poca compatibilidad entre el Catálogo Nacional de Incidentes de Emergencia y los códigos penales estatales. En suma, las personas operadoras de los servicios de emergencias deben tomar decisiones aun cuando existe confusión sobre las definiciones de los incidentes y los tipos de delitos. Para poder entender un problema sistemático y diverso como la violencia contra niñas y mujeres, es necesario generar datos que indiquen cómo y bajo qué contextos este fenómeno prospera. Una buena clasificación de llamadas de emergencia tendrá un efecto positivo en la atención a las víctimas, además de constituir un paso elemental para dar respuestas basadas en evidencia a uno de los problemas más graves que enfrenta el país.