Por: Philip G. Altbach y Hans de Wit
Ilustración: Guillermo Préstegui, cortesía de Nexos
No obstante que los egresados y las egresadas de educación superior obtienen ingresos mayores —en lo general— que las personas que no tienen un título universitario; que las instituciones de educación superior se han ajustado a las nuevas realidades de la fuerza de trabajo, aun adaptándose a las restricciones que la impuso pandemia; que su matrícula se ha recuperado, con algunas excepciones —es el caso de Estados Unidos—, cerca de la mitad de los estadunidenses han perdido la confianza en la educación superior y se puede observar una tendencia similar en otras partes del mundo. Al respecto, se debe mencionar que los hijos y las hijas de las personas más críticas de las universidades siguen mandándolos a obtener una credencial universitaria, aun sabiendo que quienes egresan de las instituciones vocacionales o técnicas reciben mejores salarios y tienen mayor demanda en el mundo del trabajo.