Por: Roberto Breña
Ilustración: Oldemar González
Surgen dos preguntas: ¿se pueden ignorar los temores de una cantidad significativa de la comunidad científica mexicana derivadas de un memorándum firmado por el presidente de la república? ¿Podemos o debemos referirnos a esas preocupaciones como “rumores” y “noticias falsas”? Supongo que podemos hacerlo, pero lo que estaremos haciendo en ese caso es seguir alimentando el clima de desconfianza entre esa comunidad y el CONACYT que existe desde el inicio de la actual administración. ¿Quién se beneficia de una situación de esta índole? Absolutamente nadie.