Por: Luis Javier Moreno Benjumea
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Al país le urge una reforma fiscal integral, pero también repensar los esquemas locales de recaudación. Algunas propuestas que cada vez toman más relevancia son mayores impuestos a las herencias, a las grandes fortunas y a quienes hacen de la inversión inmobiliaria un negocio millonario a costa del derecho a la vivienda digna. Es posible que antes de que llegue una gran reforma en la materia, tengamos que ganarle pequeños espacios a la corrupción y a la discrecionalidad de los gobiernos para condonar pagos a quienes tienen más recursos. Para lograr esto, tenemos que empezar por evidenciar y denunciar. La corrupción y la discrecionalidad también existen en la recaudación de todos los niveles de gobierno, y también beneficia a los más ricos en detrimento de los más pobres.