Por: Guillermo M. Cejudo, Pablo de los Cobos y Diana Laura Ramírez
Ilustración: Guillermo Préstegui, cortesía de Nexos
México ha construido una infraestructura institucional sólida para garantizar el derecho de acceso a la información. Pero debemos reconocer que, cada vez en mayor medida, la información estará disponible en datos y no en documentos, lo que vuelve urgente asegurar su preservación y apertura. Así como no sería aceptable que un gobierno municipal o una secretaría de Estado decidiera, por el cambio de titular, tirar los archivos gubernamentales o dejar de hacer disponibles los documentos del gobierno anterior, no debería ser posible que las bases de datos y las plataformas para consultarlos cambien con cada administración o puedan, simplemente, ser desmontadas. Consolidar la agenda de datos abiertos en México requiere verlos como un elemento fundamental del derecho de acceso a la información de la ciudadanía. Operar bajo esta lógica podría ayudar a blindar lo ya avanzado, y con ello evitar retrocesos en la materia.