Por: Mauricio Polin
Ilustración: Oldemar González, cortesía de Nexos
La dependencia que tienen las universidades públicas estatales de los subsidios que reciben de la Federación, aunado a la disminución de este subsidio en los últimos años, ha contribuido a que se agrave la crisis financiera de las universidades. Entre 2015 y 2017, el subsidio federal ordinario disminuyó 5% en términos reales. Caso contrario ha sido el subsidio federal extraordinario, que presentó entre 2014 y 2016 una tendencia creciente. En esos años, los programas y fondos extraordinarios aumentaron 11% en términos reales. En 2017, este subsidio mostró una disminución dramática (-62%) en todos los programas presupuestarios.