Por: Otto Granados Roldán
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
¿La universidad asegura el éxito para los egresados? No. El tiempo en el cual la mera posesión de un grado o título era probablemente el pasaporte para todo lo demás, se acabó. Por un lado, la tasa de retorno que ofrezca en el futuro dependerá de la especialidad cursada, la calidad y reputación de la institución educativa y desde luego el desempeño, talento y capacidad del egresado. Pero, por otro, será decisivo el grado de absorción de este capital humano que muestren las economías nacionales, el cual estará sujeto ciertamente a sus niveles de productividad, innovación y diversificación. En este aspecto, la región tiene enormes desafíos. El Bloomberg Innovation Index 2021, por ejemplo, arrojó que entre las sesenta economías más innovadoras del planeta, de la región sólo aparecen Brasil, Argentina y Chile en las posiciones 46, 51 y 54, respectivamente. Por su parte, el Global Innovation Index de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, que clasifica 132 países y economías en ochenta indicadores relacionados, reporta que en 2021 se presentaron 19.8 millones de solicitudes de patentes, registro de marcas y diseños industriales. De ellos, Asia representó el 68.4 %; América Latina, en cambio, supuso únicamente el 1.1 %.