Por: Otto Granados
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Si bien se han producido, literalmente, cientos de miles de reportes, estudios científicos y artículos académicos sobre la forma en que los sistemas educativos enfrentaron la pandemia a nivel global, no hay todavía evidencia concluyente y definitiva que facilite, con información de calidad y datos duros, hacer un balance integral de sus consecuencias. Por lo que hace a la educación superior, en todo caso la crisis exhibió las carencias e inequidades previas de cada sistema. En particular, los países de Iberoamérica estuvieron desigualmente preparados ante la emergencia, pero un factor clave en la forma diferencial en que las IES la enfrentaron fue su capacidad de gestión y conducción. El informe comentado reveló la heterogeneidad institucional, lo que explica la diversidad de respuestas, en algunos casos con una rápida reacción y adaptación, mientras que en otros con demoras y hasta inmovilidad. La capacidad para gestionar el riesgo, el logro de consensos, el aprovechamiento de capacidades instaladas, la flexibilidad y, especialmente, su experiencia previa en educación virtual y la disposición de capital tecnológico, humano y de saberes, determinaron la eficacia o ineficacia y la heterogeneidad con que las IES se manejaron en la región.