Por: Natalia Mendoza
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
La gente que vive en los oasis y campamentos a lo largo del camino conoce de nombre a cada uno de los choferes, y los niños son capaces de identificar de lejos el sonido de cada camión. El chofer va repartiendo cartas y mensajes a lo largo del trayecto, intercambia gasolina por comida y lleva los regalos necesarios para que los aduaneros les permitan cruzar sin contratiempos. A lo largo del camino, los pasajeros van dejando fardos de dátiles, telas, pasta y otros productos con sus conocidos o en escondites seguros en el desierto donde sus familiares podrán recogerlos más tarde. En el libro Smugglers and Saints of the Sahara [Contrabandistas y santos del Sahara], la antropóloga inglesa Judith Scheele hace una descripción fascinante de cómo fue cambiando el comercio regional e internacional en el Sahara durante el siglo XX. Desde la independencia de Argelia en 1962, prácticamente todo el comercio terrestre con Malí se declaró ilegal, con la excepción de los dátiles de mala calidad y algunos animales.