Por: Bernardo Alonso Aguilar López
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
El Estado de México —Edomex— renueva su gubernatura este año. Es la entidad federativa con el padrón electoral —lista de quién puede votar en la entidad— más grande del país: para finales de abril de 2023 el padrón mexiquense ascendía a más de doce millones y medio, le seguía en segundo lugar la Ciudad de México con la lejana cifra de siete millones tres cuartos. Por ello, los politólogos consideran esta justa electoral como el laboratorio previo a las elecciones presidenciales del próximo año. Si el Edomex tiene el padrón electoral más grande del país forzosamente tiene la mayor cantidad de electores de la comunidad LGBT+. Ello sería consistente con la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género —Endiseg— del Instituto Nacional de Estadística y Geografía —Inegi—, la cual señala que el Edomex es la entidad federativa con mayor cantidad de población LGBT+. Como se documenta más adelante, la comunidad de la diversidad sexual vive en estado de violencia permanente en dicha demarcación. A pesar del trabajo de militantes partidistas y de activistas para visibilizar esta emergencia, las candidatas a la gubernatura no incluyen propuestas para frenar esta emergencia o bien ofrecen propuestas inconsistentes con la realidad. Pero ¿por qué sucede esto?