Por Aldo Anzures Tapia
Ilustración: Estelí Meza
No hay duda alguna de los beneficios del programa Escuelas de tiempo completo al promover idealmente un ambiente propicio para el aprendizaje; alentar a las escuelas a obtener los recursos necesarios, físicos y humanos, para fomentar un desarrollo social, emocional y cognitivo adecuado para los alumnos; y las ventajas de tener una jornada escolar extendida para que las familias puedan atender cuestiones laborales y de casa. Empero, para muchos docentes tiempo completo significa un compromiso de vida, en muchas ocasiones sacrificando a su familia o las relaciones con la comunidad, al querer, de manera paradójica, hacer comunidad.