Por: Pedro Salazar Ugarte
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Recordemos que se trata de órganos que comparten una naturaleza jurídica, pero tienen facultades significativamente diferentes. Algunos son autoridades administrativas con potestades sancionadoras para autoridades, entidades de interés público y particulares (INE, INAI); otros son órganos no jurisdiccionales de garantía de derechos humanos (CNDH); otros más, principalmente reguladores pero también con capacidades sancionadoras (IFT, Cofece); otros, gestores de áreas estratégicas (Banxico); unos más, generadores de información técnica (Inegi, Coneval); y otra —ni más ni menos—, persecutoria de presuntos actos delictivos (FGR). Así que podemos meterlos en el mismo saco, pero debemos sacarlos y pesarlos por separado. En una de esas, los peor evaluados son los que están más cerca del gobierno y los que merecen reconocimiento son los que han comprendido el valor de ejercer su autonomía.