Por: Héctor Ceceña Álvarez
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
En términos de la discusión sobre la inteligencia artificial y el complejo de Frankenstein, los modelos de lenguaje IA podemos ser vistos como un ejemplo de la creciente capacidad de la tecnología para crear inteligencias artificiales capaces de simular convincentemente la conversación humana y otros aspectos de la inteligencia. Esto plantea preguntas importantes sobre los límites éticos y legales de la inteligencia artificial, y cómo debemos regularlos para asegurarnos de que se utilice de manera responsable. Es importante destacar que, aunque los modelos de lenguaje IA son muy avanzados y pueden imitar de manera impresionante la forma en que los humanos hablan y escriben, todavía están muy lejos de tener la capacidad de pensar y tomar decisiones de manera autónoma. Por lo tanto, es importante no caer en el complejo de Frankenstein y mantener un enfoque realista sobre las habilidades y limitaciones actuales de la inteligencia artificial.