Por: Ángel Andrade Rodríguez
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Con la reciente aprobación definitiva por parte del Consejo Europeo de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), Europa adopta un primer código normativo para las plataformas en línea compuesto por esta ley y además la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés). Ambas propuestas por la Comisión Europea en diciembre de 2020 y cuyo principal objetivo es garantizar la seguridad de los usuarios en línea y permitir el crecimiento de empresas digitales innovadoras mediante mercados en línea justos. Se pretende regular, tanto el espacio digital como los servicios que se prestan en éste, con énfasis en las plataformas digitales que los 450 millones de ciudadanos que componen la UE emplean de manera cotidiana para interactuar con amigos y familiares, realizar búsquedas y compras en línea, escuchar podcasts y ver todo tipo de contenidos. Este paquete legal responde a la necesidad de actualizar el marco jurídico de la UE en relación con los servicios digitales, el cual, desde la adopción de la Directiva sobre el Comercio Electrónico en el año 2000, no había cambiado. Esto provocaba que la asimetría entre la regulación y los nuevos modelos de negocio fuera cada vez más notable en la medida en que transitamos bit a bit hacia una economía digitalizada en la cual “el software se está comiendo al mundo”.