Por: Mariana Morales Rodríguez e Irving Donovan Hernández Eugenio
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La mayoría de las recomendaciones a nivel internacional se centraron en la necesidad de establecer rutas de evaluación diagnóstica para conocer cuáles eran los niveles de desarrollo de aprendizajes que las y los estudiantes tuvieron tras el cierre de las escuelas; ello daría la pauta para establecer estrategias más completas. El 29 de marzo y el 12 de julio de 2022 la SEP informó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que 22 de las 32 entidades federativas no reportaron estrategia local alguna, tanto de regreso a la escuela como de recuperación de aprendizajes. Por lo tanto, se interpreta que estos estados orientaron su marco de actuación a partir de los lineamientos emitidos por la SEP, y dejaron de lado la oportunidad de establecer rutas específicas de actuación a partir de las necesidades, características y condiciones propias de sus comunidades. Guerrero fue de las entidades que carecieron de una estrategia local complementaria. Evidentemente, esta situación dejó a cada escuela la responsabilidad de diseñar las intervenciones a partir de sus condiciones, recursos y —sobre todo— del interés y creatividad de directivos y docentes para reconocer las necesidades que los y las estudiantes mostraron una vez que ocurrió el retorno presencial.