Por Juan Ortiz Escamilla
Ilustración: Víctor Solís
Es innegable la situación de emergencia nacional que hoy en día vivimos los mexicanos. Sin embargo, la historia nos recuerda que ningún gobierno ha podido resolver los problemas sociales, como son el de la inseguridad y la violencia, con disponer meramente del uso de fuerza armada. Antes de pensar en el despliegue de la “guardia nacional”, tendría que revisarse a fondo el sistema judicial y la impartición de justicia. Para evitar los “daños colaterales” que afectan principalmente a la población civil, también se podrían mejorar los servicios de inteligencia para la identificación de los delincuentes y sus fortunas y actuar contra ellos. Es claro que ninguna ley o instancia de gobierno por sí sola puede garantizar la neutralidad política de los miembros de la futura “guardia nacional”.
Lee el texto completo aquí