Por: Aldo F. Ponce Ugolini
Ilustración: Fabricio Vanden Broeck, cortesía de Nexos
¿Cómo despertamos de esta espantosa pesadilla? Las estrategias actuales han estado concentradas en la oferta de drogas atacándola con fuerza militar con la esperanza tal vez de debilitar a las organizaciones criminales, fragmentarlas y así derrotarlas. El negocio de la droga prueba ser resistente a esta estrategia. Incluso estas organizaciones criminales, ya especializadas en el uso de la violencia, han buscado fuentes alternativas de ingresos que incluyen el secuestro, el robo de gasolina y la extorsión de negocios. La captura de líderes y el descabezamiento de organizaciones criminales tampoco ha funcionado. Nuevos líderes asumen los puestos del líder arrestado o asesinado, y si este arresto o asesinato produce conflictos internos o una fragmentación de la organización criminal, la violencia criminal aumenta y con ello los costos sociales que el libro “Huellas de la Guerra” examina. La concepción de las nuevas estrategias debe de enfocarse en reducir sustancialmente las ganancias de estas organizaciones criminales a través de planes de corto y más largo plazo y con el objetivo de afectar no sólo la oferta sino también la demanda de las drogas.