Por: Marco Antonio Zeind Chávez
Ilustración: Adrián Pérez, cortesía de Nexos
La autonomía universitaria destaca y se distingue de cualquier otra por un sinnúmero de razones. Buena parte de su fortaleza institucional reside en el hecho de que ningún agente externo participa formalmente en la designación de sus órganos de gobierno. Su autonomía está depositada íntegramente en su comunidad universitaria de manera única y exclusiva. Aunado a lo anterior, buena parte de la consolidación que han logrado las universidades públicas autónomas parte de que, en primer lugar, la autonomía universitaria está en camino a cumplir 100 años de haber sido concebida; en segundo lugar, el beneficio que han logrado brindar a la sociedad es invaluable, pues no se puede entender el desarrollo regional ni el nacional sin la existencia de algunas de las instituciones públicas que han sido pilares en la construcción del México de hoy.