Presupuestos bien puestos: una iniciativa para reducir la discrecionalidad

Durante el último trimestre de cada año, todos los gobiernos enfocan gran parte de sus esfuerzos en el cumplimiento de una de sus tareas más importantes: la planeación del presupuesto para el próximo año.

Donde las autoridades ponen los recursos, ponen también sus prioridades | Víctor Solís
Nexos
Ciudad de México /

Por: Paulina Valles Torres y Luis Javier Moreno Benjumea

Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos

Los municipios, por el artículo 115 Constitucional, tienen la facultad de crear los reglamentos y disposiciones normativas que necesiten para la mejor organización y operación de sus gobiernos. Por ello, es razonable, que en dichos reglamentos, deberíamos ver resueltas las imprecisiones de las leyes estatales, pero la realidad es que muchos municipios del país carecen de reglas particulares en esta materia. Y es que los rubros de planeación y presupuestación no son los únicos que se deben reglamentar a nivel municipal, pues también se debería observar cómo se ejercen los recursos. Las grandes modificaciones a los presupuestos de egresos estatales y municipales, evidenciadas en párrafos anteriores, nos muestran que el ejercicio del gasto público es un área sin reglas suficientes para los gobiernos locales y parte de ello proviene de la ambigüedad de la Ley de Disciplina Financiera y la falta de perspectiva municipal en las leyes estatales.

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