La falacia histórica del mérito

Las personas que han logrado un cierto grado de movilidad social necesitan reconocer sus propios privilegios para liberarse de la falacia del mérito.

La falacia del mérito (Victor Solís)
Nexos
Ciudad de México /

Por: Giovanni Villavicencio

Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos

Los despidos injustificados continúan al mismo tiempo que la movilidad social parece aumentar con gran lentitud. ¿Cómo solucionar esto? Si bien es mejor dejar esa tarea a los expertos en el diseño en políticas públicas, sugiero que es necesario implementar regulaciones que protejan con mayor vigor a los trabajadores de ser despedidos, así como también otorgar becas más eficientes que permitan a los universitarios concluir sus estudios para tener mayores posibilidades de encontrar un trabajo bien remunerado al finalizar su carrera. Finalmente, a partir de mi experiencia, la literatura y los datos, quiero cerrar este ensayo con una última idea: si bien es de suma importancia que sigamos exponiendo los privilegios que tienen los ricos, también creo que las personas que hemos logrado un cierto grado de movilidad social necesitamos reconocer nuestros propios privilegios para liberarnos de la falacia del mérito.

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