Por: Paloma Villagómez Ornelas
Ilustración: Oldemar González, cortesía de Nexos
Cuestionar los contenidos y dispositivos de la felicidad es una tarea ingrata que frecuentemente se confunde con estar en su contra y la de quienes dicen experimentarla. No es necesariamente así. Aquí defendemos el derecho a la propia experiencia y subjetividad. Sin embargo, también abogamos por la imaginación crítica que se pregunta por qué es así y no de otro modo, por qué las motivaciones de la felicidad son unas y no otras, qué pasa con quienes proponen definiciones alternativas de felicidad y los caminos para alcanzarla.