Por: Adriana E. Ortega
Ilustración: Alma Rosa Pacheco, cortesía de Nexos
En términos de seguridad, es sabido que el actual gobierno ha priorizado el despliegue de las Fuerzas Armadas para combatir todo tipo de crimen; una estrategia que ha probado ser fallida e incluso contraproducente. Mientras escribo este texto, a un total de 6060 elementos de la Guardia Nacional se les ha comisionado llevar a cabo labores de “resguardo” de la seguridad en el metro de Ciudad de México, a la luz de “actos de sabotaje” en contra del funcionamiento de los vagones y de las instalaciones en general. En este sentido, por ejemplo, el presupuesto ejercido por la Sedena ha ido en aumento en la presente administración federal; entre 2018 a 2019 creció un 32.4 % y en los años siguientes continuó esta tendencia en un 6.7 % y 4.6 %. Mientras este monto ascendía a 138 916 millones de pesos, el correspondiente al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) fue de 687.1 y 218.8 millones de pesos, respectivamente. Las diferencias son enormes.