Por: Emma González
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
Todas las personas tenemos derecho a ser escuchadas por un juez. Sin embargo, esto no sucede con las personas consideradas deficientes mentales, dementes, o “privadas de sus facultades” por razones de discapacidad. Y esta es sólo una arista de lo restrictiva que es la figura jurídica de la interdicción bajo la cual está Britney Spears y que ha sido motivo de escándalo los últimos días. Entre quienes están interdictos, hay los que pierden la guardia y custodia de sus hijos, son sometidos a restricciones en el cuidado propio, la crianza o convivencia; por otro lado, están los que son despojados de sus bienes, que son obligados a vivir en ciertos lugares o bajo internamientos forzosos, alegando peligrosidad para sí mismos o los demás. También están los que viven en la precariedad a pesar de tener recursos disponibles, o bajo vigilancia cotidiana de tutores que controlan sus gastos, visitas, amistades y tipos de relaciones.