Por: Benito Nacif y Said Hernández Q.
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El cambio se realizó en respuesta al interés de los legisladores de acortar el periodo de transición —el plazo que transcurre entre el día de la elección presidencial y la inauguración del nuevo gobierno. Hasta ahora, ha tenido una duración de cinco meses, el más extenso entre las democracias presidenciales. Durante este tiempo tiene lugar una convivencia incómoda entre el presidente constitucional saliente y el presidente electo. Por ello, el Congreso decidió reducir el periodo de transición a cuatro meses, disposición que empezará a aplicar a partir de la elección presidencial de 2024. Adelantar la toma de posesión del presidente de la República al 1 de octubre obligó a los legisladores a revisar la duración de los períodos de sesiones del Poder Legislativo. La Cámara de Diputados y el Senado han tenido dos períodos de sesiones al año desde 1986. El texto constitucional vigente antes de 2014 establecía como fechas de inicio y conclusión las siguientes: el primer periodo se extiende del 1 de septiembre al 15 de diciembre, excepto el año en el que el presidente de la República iniciaba su encargo, en cuyo caso se extendía hasta el 31 de diciembre; y el segundo iba del 1 de febrero al 30 de abril.
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