La pena de muerte que imponemos a los animales

A pesar de las formas inmisericordes y terribles con que se les quita la vida, desafortunadamente esta práctica se ha naturalizado a tal grado que tal vez a los propios lectores les haya sorprendido o parecido exagerado el título de este artículo.

Alrededor de estas matanzas se pueden hacer diversas reflexiones bioéticas | Gonzalo Tassier
Nexos
Ciudad de México /

Por: Beatriz Vanda Cantón

Ilustración: Gonzalo Tassier, cortesía de Nexos

¿Por qué les hacemos esto a los animales de otras especies alterhumana? Son seres sintientes, tienen capacidad de experimentar dolor así como estados afectivos negativos, ya que se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor y en ellos. La respuesta parece ser: los matamos porque podemos. Ellos son vulnerables y están a nuestra merced en todos sentidos. Por ello, algunas filósofas ecofeministas contemporáneas sostienen que esta postura antropocéntrica o patriarcal nos hace actuar como déspotas apropiándonos de los cuerpos y las vidas de los otros para someterlos según nuestra conveniencia, usándolos como medios para satisfacer no sólo nuestras necesidades, sino nuestros gustos. Muchos pensarán ¿qué podemos hacer? Si así se ha organizado y construido el mundo, en donde los animales no humanos soportan los costos y cargan con lo más pesado en total anonimato.

Lee aquí el artículo completo

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.