Por: Luis Godoy Rueda
Ilustración: Oldemar González
En el eje de centralismo versus federalismo se ha colocado a Andrés Manuel López Obrador como un presidente de dos vertientes. Se dice que será centralista por la propuesta de eliminar delegados federales y sustituirlos por coordinadores estatales del gobierno federal. Se dice también que irá en contra de la herencia centralista al desconcentrar a la administración pública y redistribuirla en las entidades federativas. Frente a esta aparente contradicción se ha olvidado la vara con la que lo medimos, es decir, cuál es el estatus de nuestro federalismo, y la vara con la que lo mediremos, en otras palabras, cuál es el futuro del federalismo y cuáles son las oportunidades que el cambio político presenta para el pacto federal.
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