Por: Ricardo Alvarado
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
A pesar de que existe una justificada discusión académica en torno a la mejor definición de lo que es corrupción, los actos que pueden considerarse corruptos van cambiando en el tiempo y dependen en buena medida de la interpretación que le da la sociedad en un momento específico. Lo anterior no implica una total relativización del concepto: el soborno, por ejemplo, es universalmente considerado vergonzoso y no hay país en el mundo que no castigue de alguna manera esta actividad. Existen, sin embargo, conductas y circunstancias en las que no es tan claro si se trata o no de corrupción, y cuya sanción social cambia en el tiempo.
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