Por: Elías M. Talamás
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Los datos duros son bastante conocidos: 1 % de la población acumula el 82 % de la riqueza global; los diez mexicanos más ricos poseen más que 60 millones de pobres; la riqueza de Jeff Bezos equivale al 1 % del PIB estadounidense. Estas cifras, útiles para entender la desigualdad de la riqueza en México y en el mundo, se introducen en el debate político y social, pero no siempre nos dan una explicación lógica o moral de por qué las riquezas se reparten de la forma actual. Desde las décadas finales del siglo XX, las desigualdades económicas, y todos los resultados que implican, se han acrecentado a niveles no vistos hace mucho tiempo y complican la vida de los individuos y de las sociedades.