Por: Florencia Cicchini
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
El cambio climático plantea importantes desafíos para las sociedades globalmente, aunque estos impactan de manera desigual según las regiones y niveles socioeconómicos. Además, las comunidades que dependen directamente de la naturaleza y las personas más pobres lo sufren y sufrirán desproporcionadamente. Aunado a esto, el género tiene un rol crucial. La creciente escasez de recursos, los impactos en la salud, la migración, los desastres vinculados a fenómenos meteorológicos extremos están atravesados por la desigualdad. Un ejemplo concreto para comprenderlo es el que las mujeres suelen ser las encargadas de obtener agua, alimentos y fuente de energía para el hogar. Por lo tanto, una mayor escasez de estos recursos deviene en una carga aún mayor de trabajo no remunerado sobre las mujeres e, incluso, en mayores gastos económicos ante eventuales aumentos en los precios.