Por: Adriana García García
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La maldición de los recursos naturales se refiere a la experiencia de países ricos en recursos naturales no renovables cuya explotación y comercialización no tuvo un efecto positivo en la calidad de vida de sus habitantes en el largo plazo. Estas experiencias pueden ser explicadas por la falta de planeación de las políticas públicas que priorizaron la utilidad de corto plazo sobre el bienestar futuro. Un ejemplo contrario es el Fondo soberano de Noruega, que invierte los excedentes por venta de petróleo y los ahorra con objetivos específicos como las pensiones. Un ejemplo en México podría ser el objetivo original del Fondo Mexicano del Petróleo para la estabilización y el desarrollo. Resulta importante enfatizar la responsabilidad de la conducción de la política económica en la explotación de recursos naturales para obtener resultados deseables para la población. Los resultados de la región Golfo del IPS 2021 son alarmantes: Campeche ocupa el lugar 26, seguido por Tabasco con el lugar 27 y finalmente Veracruz con el lugar 29 de 32 entidades federativas. En retrospectiva, si la política económica actual tiene sus cimientos en la soberanía energética entendida por la explotación y refinación de hidrocarburos, algo no le cuadra a los ciudadanos.