Por: Ana Lorena Delgadillo Pérez
Ilustración: Oliver Flores, cortesía de Nexos
Las primeras manifestaciones de la opacidad en la información estatal sobre el caso se encuentran en el comunicado emitido por la Marina: el día y la hora de los hechos que ahí se reporta contrasta con los datos del expediente del caso. La Marina, que participó en el levantamiento de los restos, no ha presentado en el expediente penal toda la información de la diligencia. Sin esos detalles es difícil entender la escena del hallazgo. Hemos sostenido la importancia de que los cuerpos civiles, y no los militares, hagan las investigaciones penales, pues los segundos no cuentan con las capacidades para llevar a cabo estas tareas y se reservan información muy valiosa. No se sabe con exactitud el número y paradero de los sobrevivientes de la masacre. El ecuatoriano, de quien sabemos más, señala que huyó con otra víctima procedente de El Salvador. El expediente de investigación penal contiene testimonios atribuidos a otro sobreviviente de nacionalidad hondureña sin que se conozca su situación y paradero.
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