Por Luis Zambrano
Ilustración de Kathia Recio
La administración del agua de la Ciudad de México se ha caracterizado por asegurar el recurso para las clases medias y altas, mientras que las zonas de clases bajas sufren por la discontinuidad y mala calidad del agua. Por lo mismo, los grupos políticos que manejan el agua pierden poder clientelar. Aunque tiene la desventaja de que no existe ningún control en el mantenimiento de los filtros y eso puede generar un problema de salud, pues la responsabilidad del mantenimiento está a cargo de lo usuarios. A diferencia del alimento donde en la mayoría de los casos es evidente cuando algo puede hacernos daño, en el agua puede haber contaminantes (como mentales pesados) que no se notan, por lo que no hay un indicador o un incentivo para que se mantengan los filtros en buenas condiciones.