Por Jorge Andrés Castañeda
Ilustración: Víctor Solís
Es innegable que esta es una crisis binacional. Los efectos de las políticas públicas, erróneas o no, en Estados Unidos tienen un efecto devastador sobre la vida de los mexicanos. Es imposible estimar a ciencia cierta el efecto preciso en el incremento de homicidios resultado de los cambios regulatorios en Estados Unidos en materia de recetas de opioides, pero los datos muestran que sin duda éstas han afectado los índices de violencia en México. Hoy, más allá de la retórica, México no puede hacer nada para reducir la demanda de Estados Unidos; esa es una labor que le corresponde al gobierno estadunidense y sobre la cual no tenemos agencia. Sin embargo, existen mecanismos legales que podrían contribuir a reducir la violencia en México, particularmente en las zonas de cultivo a través de una regulación de la producción de amapola y goma de opio.
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