Por: Itzel De Haro López
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
El narcotráfico ha dejado de ser la única fuente de ingresos de los cárteles de la droga en México. El surgimiento de nuevos grupos criminales y el aumento de la competencia ha tenido como consecuencia que estos grupos se involucren en otras actividades delictivas, incluyendo la industria del aguacate, cuyas ganancias por exportaciones ascienden a más de 2500 millones de dólares al año.1 Los cárteles obtienen ingresos de esta industria a través del robo de aguacates y la extorsión a productores, empacadores y transportistas de aguacate. En 2020, un artículo del Financial Post señaló que las organizaciones criminales habían cambiado su atención del mercado de opio al del aguacate. Estimaciones para el municipio de Tancítaro —el mayor productor de aguacates del país— muestran una pérdida de hasta 250 millones de dólares en extorsiones al sector aguacatero en 2014, lo que corresponde a casi el 10 por ciento del valor total de las exportaciones nacionales de aguacate en ese año.