Por: Mercedes Carbonell y Miguel Carbonell
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Lo importante en este punto es tener claro que, si la corrupción ha existido desde hace mucho tiempo, en muchos lugares, ¿cómo es que hay países en que su incidencia es menor que en otros? Ahí está, desde nuestro punto de vista, la clave del problema para México. Debemos entender que no hay algo así como un “genoma mexicano” de la corrupción, sino que hay arreglos institucionales que la pueden fomentar o solapar, mientras que otros la obstaculizan o la hacen difícil de realizar. Esos mecanismos son los que tenemos que encontrar. Uno de ellos, por cierto, es la transparencia de los actos gubernamentales tal como lo ordena el artículo seis de la Constitución mexicana.
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