Por: Natán Skigin y Guillermo Trejo
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
México inicia su proceso para mirar una parte de su largo pasado represivo en un contexto de enorme polarización política, alimentada cotidianamente por el propio presidente y retroalimentada por la oposición partidista. Estamos ante una situación en la que un gobierno emanado de la izquierda estará al frente de mecanismos de verdad y justicia para esclarecer y castigar atrocidades cometidas por Fuerzas Armadas y de seguridad que estuvieron bajo el mando de gobiernos de uno de sus principales partidos opositores, el PRI, que, junto con el PAN y el PRD, constituye el principal polo opositor de derecha del gobierno actual. Las experiencias internacionales muestran que los procesos de justicia transicional son más exitosos cuando sus quehaceres y resultados son respaldados por amplios sectores sociales y no sólo por un polo de la sociedad.
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