Por: Sebastián Irigoyen
Ilustración: Daniela Martín del Campo, cortesía de Nexos
Una política ambiental adecuada, sobre todo en momentos de crisis, requiere comprender los mecanismos de regulación existentes: por un lado la regulación directa a partir de leyes que limiten o prohíban ciertos tipos de producción, y por otro, los instrumentos económicos como los permisos de emisión de carbono, los impuestos ambientales y los subsidios. De estos, los impuestos verdes han sido los menos aceptados, sobre todo cuando sus objetivos son indiferentes a las desigualdades sociales —indiferencia que puede erosionar la confianza de la ciudadanía en sus gobiernos.