Por: Carla Luisa Escoffié Duarte
Ilustración: José María Martínez, cortesía de Nexos
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020, el 51.4 % de las personas que rentan la vivienda que habitan lo hacen porque no tienen acceso a un crédito o no tienen los recursos para adquirir una casa. Y un 9.7 % renta porque la mensualidad le resulta menor al costo de una hipoteca. Los problemas de la vivienda de arrendamiento nunca nos parecieron problemáticos debido al imaginario de que se trata de asuntos única y exclusivamente privados que no trascienden a la realidad social. Pero ninguna vivienda es una isla, sino que apenas forma parte de una parvada en un amplio territorio al que llamamos ciudad. Y, a diferencia de otro tipo de relaciones y contratos que habitan en el Código Civil, en el arrendamiento existe la posibilidad de que una familia quede en la calle. Las personas inquilinas tienen obligaciones frente a los caseros. Sí. No cumplir con las mensualidades es causa justificada de desalojar. Sí. Pero esos supuestos que abordan las necesidades de los caseros se encuentran ya contados en la narrativa del arrendamiento, mientras que la desprotección legal con la que cuentan las personas que rentan suele invisibilizarse.