Por Natalia Saltalamacchia
Ilustración; Víctor Solís
El discurso representa sin duda un cambio de posición respecto a la administración anterior en un punto fundamental: México retoma la doctrina Estrada en tanto que “se abstendrá de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto a la legitimidad” del gobierno de Maduro que comienza el 10 de enero. Aquí vale la pena subrayar: “no se pronuncia” no quiere decir en automático que “reconoce” la legitimidad o respalda a ese gobierno. Se abre así un espacio de ambigüedad intencional (que es para lo que siempre ha servido la doctrina Estrada). La intención puede ser mirar para otro lado y no hacerse cargo de la crisis en Venezuela; o bien, puede dirigirse a abrir un margen de maniobra para actuar de manera diferente frente a dicha crisis.