Por: Haydeé Gómez, Adriana E. Ortega, Regina Isabel Medina y María Fernanda Torres
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
La prisión preventiva no sólo afecta directamente a las personas privadas de su libertad. También lo hace indirectamente con las personas —principalmente las mujeres— que les visitan, les llevan alimento, agua y demás artículos básicos de los que carecen dentro de los centros penitenciarios. Esto por lo general representa una carga extra para las personas que tienen hijos, hijas u otros dependientes de quienes tengan que hacerse cargo. Al explorar específicamente los datos de la ENPOL (2021) sobre las visitas que se realizan a las personas que se encuentran en prisión preventiva, podemos conocer la frecuencia con la que se hacen, el costo de cada una y quiénes son las personas que acompañan a la población en prisión. El 36.6 % de las personas que las realizan, son las madres, seguido por las parejas, con 28.7 %. Si bien a la mayoría (53.7 %) se les visita desde la misma ciudad en la que residen, una tercera parte indica que sus familiares viajan desde una localidad diferente y casi el 10 % señala que tienen que trasladarse desde otra entidad.