Felipe Martínez Rizo
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Una lectura usual de los resultados, incorrecta y amarillista, afirma que el sistema educativo mexicano es uno de los peores del mundo. Toda persona informada debería tener claro que el sistema educativo de México no es de los mejores del mundo, pero tampoco de los peores; tiene un nivel medio —congruente con su desarrollo general— y con el lugar del país en ordenamientos como los basados en el PIB per cápita o el Índice de Desarrollo Humano. Los niveles de aprendizaje más altos se encuentran en países de Asia oriental (Singapur, Japón, Corea, a los que hay que añadir Macao, Taipei y Hong Kong), así como del norte de Europa y anglosajones, como Estonia, Suiza, Canadá y Finlandia. Luego aparecen países del sur de Europa, como España, Italia, Turquía y Grecia, así como Estados Unidos. En la mitad inferior de la tabla (lugares 47 y 48 de 73) aparecen los primeros países de América Latina, Chile y Uruguay, con nivel similar a Malasia; luego vienen México, Perú, Costa Rica, Colombia, Brasil, Argentina y Jamaica, comparables a Arabia Saudita; cerca del final, con Indonesia y Filipinas, están Panamá, Guatemala y El Salvador; al final aparecen República Dominicana y Paraguay, sólo arriba de Camboya. Los resultados más bajos se dan en los países de menor desarrollo, y es razonable suponer que la mayor parte del centenar de países que no participan en PISA —en general más pobres— tendrían resultados inferiores.